miércoles, 4 de noviembre de 2015

LAS ESCUELAS CLÁSICA Y NEOCLÁSICA.

La escuela clásica.

El creador por excelencia de esta escuela no es otro que el escocés Adam Smith (1723-1790), escribiendo uno de los libros más influyentes de la historia de la economía: "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones".
Lo más importante de las enseñanzas de Smith, es que los incentivos son determinantes para explicar el comportamiento humano. Además de crear el concepto de competencia perfecta, en donde los monopolios no existen y en donde nadie puede influir en la fijación de los precios (sino sencillamente por el juego de la oferta y la demanda) y acuñar el término de la mano invisible. Ideas que a día de hoy tienen muchos detractores y defensores por igual.
Además, es muy conocido por desarrollar una de las aportaciones esenciales, que no es otra que la división del trabajo (una idea similar a la productividad).

Otro de los grandes de esta escuela fue sin lugar a dudas David Ricardo (1772-1823), al que le debemos la teoría del valor, base para entender la creación de valor de una empresa o un individuo en la sociedad.
También Ricardo es conocido por constituir la teoría de la ventaja comparativa en el ámbito del comercio internacional.

Hay otros grandes economistas clásicos que, resumidamente exponemos a continuación junto a sus ideas principales.

Ø      El economista francés, Jean-Baptiste Say (1767-1832), en su tratado de economía política expone una de sus contribuciones más conocida, la Ley de los Mercados, que formuló como "los productos, en última instancia se intercambian por otros productos". Y fue bautizada posteriormente como la Ley de Say, es un elemento central de la economía clásica.

Ø      El reverendo Thomas Robert Malthus (1766-1834) es considerado como uno de los primeros demógrafos. Su principal aportación puede encontrarse en su libro "Ensayo sobre el principio de la población". En la Ley de Malthus, se establece que el crecimiento exponencial de la población es manifiestamente negativo, pues ante la escasez de los recursos, genera desigualdad económica, miseria y pobreza de manera natural e irremediable; y que el equilibrio se alcanza mediante la muerte y sus diferentes formas (las epidemias, el hambre o la guerra). Aunque sus ideas pueden ser muy controvertidas a día de hoy, si que es cierto que ha ejercido una notable influencia  en ciertos pensadores que advierten del peligro de la superpoblación mundial (quizás relacionado con el catastrofismo).

Ø      El pensador francés Claude Frédéric Bastiat (1801-1850), puede considerarse como uno de los mejores divulgadores del liberalismo en la historia. Fue un firme defensor del libre mercado, como inherente a la armonía entre los individuos, siempre que el gobierno se limitara a proteger las vidas, libertades y propiedad de los ciudadanos. Y una de sus ideas más influyentes no es otra que la tésis de la ventana rota, que consiste en que para determinar si una medida es buena o mala, han de mirarse sus consecuencias a largo plazo para toda la población, y no sólo las que tienen lugar a corto plazo para una parte de la misma. Además, Bastiat era un crítico del proteccionismo en donde critica, de manera satírica, la irracionalidad del mismo.

Ø      John Stuart Mill (1806-1873), es considerado como el padre del utilitarismo. En donde establece  el «principio de la mayor felicidad» sosteniendo que uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas, dentro de lo razonable. También es conocido por ser uno de los que acuñó el famoso límite de la libertad individual: el hecho de que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee mientras no dañe al prójimo. Así también fue uno de los primeros en señalar los peligros de la tiranía de la mayoría y de acuñar el término libertad de expresión. Por último, destacar que fue un firme crítico de la esclavitud y del sometimiento de las mujeres (lo que para algunos supone el padre del feminismo).


Ø      La escuela neoclásica.

Esta denominación es utilizada para en general referirse a un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis marginalista algunas de las percepciones provenientes de la economía clásica. En otras palabras tratar de introducir un lenguaje formalizado, que llevó a la asimilación de la matemática en la economía. Entre otros desarrollos, el marginalismo es responsable del individualismo metodológico que caracteriza muchos de los estudios en el área incluso en el presente.

Esta escuela basa sus tesis (de manera general y sucinta) en tres pilares.

Ø      Primero. La consideración de la oferta y la demanda en la determinación de los precios.
Ø      Segundo. Los neoclásicos otorgan gran importancia al papel del dinero en asuntos económicos.
Ø      Tercero, los neoclásicos extendieron el análisis económico a otras situaciones que las consideradas tanto por los clásicos como los marginalistas, es decir, examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y competencia perfecta, sino también situaciones de competencia imperfecta.

Hay tres economistas notables a destacar en esta escuela que brevemente exponemos.

Ø      El economista británico Alfred Marshall (1842-1924). Creador de la escuela de Cambridge y profesor de Keynes. Su gran obra es Principios de economía, considerado como el primer manual universitario contemporáneo. Incorporó avances matemáticos en el concepto de equilibrio, además de avanzar la teoría de la oferta y la demanda como base para la teoría del valor (en cuanto al precio de intercambio).

Ø      León Walras (1834-1910). Este francés es uno de los economistas más notables de su país. Es considerado el fundador de la economía matemática, siendo el primero en analizar y describir como un problema matemático el equilibrio general de la competencia perfecta para explicar la determinación de los precios debido a las interacciones entre los mercados. Un trabajo no completo, pero que proporcionó los fundamentos para un trabajo ampliado de la teoría general del equilibrio.


Ø      Wilfredo Pareto (1848-1923). Este italiano fue un autor muy prolífico, escribiendo obras de economía y panfletos antigubernamentales desde 1870 hasta la llegada de Mussolini, criticando el intervencionismo y la falta de democracia. Continuador de los neoclásicos y demócrata radical, en 1906 hizo la famosa observación de que el 20% de la población poseía el 80% de la propiedad en Italia (conocida como la regla del 80-20). En 1909 introdujo un índice que medía la desigualdad de la distribución del ingreso y mostró el modo de distribución de la riqueza. Es también conocido por establecer la teoría del óptimo paretiano, en donde enuncia que en equilibrio general debe llegarse a una situación tal que todos los individuos consumidores y todos los agentes productores y oferentes se encuentren en el punto en el que no puedan mejorar su utilidad sin perjudicar la de otro (es decir, alcanzan un óptimo de satisfacción).

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