miércoles, 31 de marzo de 2021

ECONOMÍA. LA ELECCIÓN TEMPORAL DE IRVING FISHER

Esta teoría lo que plantea es resumir lo agregado a un individuo que se enfrenta a la decisión de consumo. Teoría que ya fue iniciada por Eugen von Böhm-Bawerk en 1889, y modelizada por Irving Fisher en 1930.

Esta teoría sobre el consumo, parte de la parábola de Robinson Crusoe, siguiendo las siguientes hipótesis:

Ø      Primera hipótesis. Hay que partir de dos momentos en el tiempo

Ø      Segunda hipótesis. El individuo elegirá lo que consumirá hoy (C1) y lo que consumirá mañana (C2), en base a una dotación de recursos (Y1, Y2), que es externo y le viene dado al individuo.

Ø      Tercera hipótesis. No hay incertidumbre respecto al futuro.


De la gráfica podemos observar lo siguiente:

C2 = Y2 + (Y1 – C1). De aquí vemos que lo que está dentro del paréntesis representa el ahorro, que Fisher lo definía como lo que no se consume en el presente. Fisher, que era un gran estudioso de los tipos de interés y de la inflación, señalaba que este ahorro debe estar condicionado a unos intereses. Por lo que esta ecuación inicial se complica un poco, ya que lo que se trata es de un intercambio en el tiempo:

C2 = Y2 + (Y1 – C1)*(1 + r)

El punto B de la grafica arriba expuesta representa la situación de un ahorrador o prestamista. Se consume menos ahora para consumir más mañana (más los intereses). Por lo tanto, se puede establecer la primera ecuación:

(C2 – Y2) = (Y1 – C1)*(1 + r): Esto es lo que representa el ahorro y su rendimiento.

El punto C1` representa a la persona que se endeuda, que consume más de su dotación (que vive por encima de sus ingresos o posibilidades de hoy), que pide prestado. En el futuro deberá consumir menos, es lo que se denomina ahorro negativo, pues hay que devolver lo prestado. Ese endeudamiento tiene un coste financiero, medido con los tipos de interés.

(Y2 – C2) = (Y1 – C1`)*(1 + r)

También es necesario establecer el punto máximo de consumo hoy y el momento en el que se puede valorar.

En el momento actual, el máximo consumo hoy: C1 = Y1 + Y2

En el momento presente, el máximo consumo valorado al momento presente sería:

C1 = Y1 + Y2*(1 + r)-1. Este s el punto que se representa en el eje de abcisas.

El punto W (que veremos en la siguiente gráfica), representa la riqueza, medida como la máxima posibilidad de consumo.


Mientras podemos ver que el punto E representa la riqueza como máximo consumo futuro: E = Y1 + Y2, pero si lo valoramos al momento futuro:

C2 = Y2 + Y1*(1 + r)

Esto supone una restricción. Igualando consumo y renta:

 C1 + C2*(1 + r)-1 = Y1 + Y2*(1 + r)-1. Siento W (riqueza) = C1 + C2*(1 + r)

En otras palabras, el consumo no depende de loa renta de hoy, sino de otros factores. Estos factores pueden ser indistintos, como por ejemplo el gusto. Y esto se representa a través de las curvas de indiferencia, bajo la ley de rendimientos decrecientes.

Si a esta curva le añadimos la restricción del consumo, nos encontramos con que el punto donde la pendiente de la restricción presupuestaria coincide con la relación marginal de sustitución será el óptimo. La pendiente de esta restricción es – (1+r), es por tanto una relación inversa a los tipos de interés.

Y esto se analiza a nivel agregado.


Sea R´ el perfil deudor (ahorro negativo) y R el perfil de un prestamista (ahorro positivo). El punto A, sería el óptimo, es decir el punto que maximiza con la restricción presupuestaria el consumo hoy con el consumo de mañana.

 

I) EFECTOS EN LA ELECCIÓN POR CAMBIOS EN LA RENTA.

 

A) Cambios transitorios.

Hablamos aquí de un aumento de la renta presente, manteniendo constante la renta futura.

Vemos el efecto sobre el consumo debido a un aumento de la riqueza. Según Irving Fisher, este aumento de la renta presente se distribuye entre el consumo presente y el futuro y por lo tanto afecta poco al consumo presente.

 

B) Cambios permanentes.

Se trata de un aumento de la renta presente y futura. Por simplificar el planteamiento, vamos a plantear la hipótesis del sujeto neutro, que ni consume más de lo que tiene ni tampoco ahorra. Es decir, consume hoy su renta presente y mañana su renta futura.

Con el aumento de las dos rentas, se genera un desplazamiento doble de la recta presupuestaria. Primero con la riqueza actual y luego con la futura.

 

Por tanto, el efecto en este caso sobre el consumo presente es mayor. Pues la curva de indiferencia en cruce con la segunda recta presupuestaria no coincide, es decir, el aumento de la renta se distribuye en un primer momento como si fuera un cambio transitorio, entre hoy y lo de mañana, pues en un momento inicial se desconoce el segundo aumento, por lo que se decide ahorrar un poco más para mañana (que sería el punto A´)

En el punto B, se vuelve a estar en la situación inicial de neutralidad, pues ya se conoce el aumento de la renta futura. Luego en consecuencia el efecto en el consumo presente es mayor.

 

II)  EFECTOS EN CAMBIOS EN LOS TIPOS DE INTERÉS.

 

Recordemos que la pendiente de la recta presupuestaria es – (1 + r). Luego el efecto recae sobre la misma.

Un aumento en los tipos de interés, hace que la actualización o descuento de la renta futura sea menor, luego disminuye la riqueza. Produciendo una rotación en la restricción presupuestaria:

       

La renta presente y la futura se mantienen constantes, lo que ocurre es que el cambio en los tipos de interés afecta al consumo futuro valorado al momento presente.

No obstante, la riqueza futura aumenta, en el momento posterior, al estar capitalizada a un mayor tipo de interés.

 

En consecuencia, este cambio afecta positivamente a los ahorradores o prestamistas (A-A´) al hacer que su ahorro valga más, ya que tendrán una mayor posibilidad de consumo en el futuro.

Mientras que afecta negativamente al deudor o prestatario (B-B´) pues hace que el dinero prestado le sea más caro, teniendo que sacrificar una mayor capacidad de consumo futuro (para devolver lo pedido)

El efecto por consiguiente de los cambios de los tipos de interés es ambiguo.

 

Mismo análisis a la inversa en caso de disminución de los tipos de interés. Perjudicando a los ahorradores pero beneficiando al prestatario (pues el valor de la deuda es menor por los intereses).

 

JIV

jueves, 4 de marzo de 2021

FINANZAS. COMPRAS A PLAZO.

En este pequeño artículo voy a explicar una forma sencilla de calcular los recargos (si los hubiere) en la cantidad aplazada y del tipo de interés de la operación aplazada.

Hay que recordar primero que, en finanzas la cantidad aplazada tiene un tratamiento de financiación. Al ser operaciones a corto plazo se va a utilizar capitalización o descuento simple con una base de fecha o cómputo de días.

Partimos de la siguiente ecuación:

FINANCIACIÓN = PAGOS APLAZADOS

Y de aquí se pueden calcular los recargos, descuentos, pagos aplazados y el tipo de interés de la operación.

Sea “P” el precio de la operación tenemos dos casos.

Ø      Una parte es pago aplazado. C = P*%.

Luego partiendo de la ecuación de igualdad antes mencionada:

C*(1+i*t) = C + ((C/Plazos*(i*recuento de los meses como sumatorio)/12))

Y de aquí se puede despejar i (interés), C (pago aplazado). Suponiendo que no hay recargo y que t es el tiempo de la operación (aplazamiento). El tiempo también puede establecerse como una fracción de año: m/12

 Ø      Si hubiera recargo

C*(1+i*t) = C*(1+r) + ((C+r)/Plazos)*(i*recuento de los meses como sumatorio)/12))

             Y de aquí se despejan las incógnitas i, C y r (recargo).

 

Normalmente el recargo ya viene establecido en la operación, por lo que no suele ser un problema para despejar. Desde un punto de vista de finanzas, es el tipo de interés el que se desconoce, y es la incógnita que se tiene que despejar para ver si desde un punto de vista financiero compensa el aplazamiento o no (por el coste de oportunidad ya explicado en el post de principios de septiembre de este año: http://lossecretosdelaeconomia.blogspot.com/2020/09/el-coste-de-oportunidad_6.html)

 

JIV