domingo, 4 de febrero de 2018

GRANDES ECONOMISTAS: JOHN STUART MILL (1806-1873)


Tras un largo período de ausencia de estos grandes protagonistas de la historia del pensamiento económico, volvemos con uno de los grandes de su tiempo.

John Stuart Mill nació en Londres en 1806. Fue el hijo mayor del economista e historiador James Mill, autor del compendio historia de la India Británica, un pensador adicto a las tesis de Bentham y David Ricardo. Estas circunstancias favorecieron la formación de Mill, sometido a un riguroso método de enseñanza desde la infancia más tierna. Familiarizado con el griego, el latín y los grandes clásicos, a los doce años escribe una historia de Roma y termina de escribir un libro en verso. A los trece, su padre le da un curso de economía política basado en las ideas de David Ricardo.

I) Educación completa a los trece años.

A los 14 años fue a Francia con el objetivo de realizar estudios de filosofía, derecho y economía, enseñanzas y estudios que le influenciarán en sus primeras obras.
Su base filosófica reside en Bentham, Locke, Hume, Berkeley, y Hartley, junto a los pensadores de la escuela escocesa del sentido común, Reid y Duyold Stewart.
Hacia 1822 funda una sociedad utilitarista y animó, en unión de varios amigos, otra sociedad de oradores, donde se debatía de filosofía y política.
La portentosa y sólida educación que tuvo nunca le hizo perder la humildad. En palabras textuales suyas:
"Lo que yo puede hacer, seguramente, puede hacerlo cualquier muchacho o muchacha de capacidad media y de una constitución física sana; y si yo he hecho algo, lo debo, entre otras afortunadas circunstancias, al hecho de que gracias a la anticipada preparación con que me favoreció mi padre, yo partí puedo decirlo francamente, con la ventaja de un cuarto de siglo sobre los de mi edad".

En 1823 fue nombrado Examiner de la East India Company, cargo al que debió una desahogada posición económica durante toda su vida.
En este año publica en The Traveller de Londres su primer artículo sobre economía.
En esta época desarrolla también una intensa labor de escritor, colaborando en la Westminster Review, fundada por Bentham. Sin embargo, a la edad de 20 años, Mill, sufre una severa y prolongada depresión mental producto de las exigencias intelectuales de su padre, quien abusó de los principios de la psicología asociacionista de Bentham y sus ansias de tener un hijo genio. Además de romper con su padre, esto marca en él un cambio que lo hace volcarse hacia las obras de poetas románticos como Coleridge y Wordsworth, y especialmente se vuelca en las ideas de los filósofos franceses de la ilustración.

II) Obras de madurez.

Durante su crisis lee obras del filosofo Auguste Comte, el que inaugura la tradición de la sociología como ciencia general del hombre, y siente gran simpatía hacia estas ideas. Comte es el padre del positivismo, y pensaba que la economía debería subsumirse a esta ciencia más general, dado que la economía, como ciencia deductiva, carece de relevancia empírica e histórica.

Nuestro protagonista mantiene una larga correspondencia con Comte, y a partir de 1834 dirige la revista London And Westminster prepara su Sistema de la Lógica. Le sigue en 1848 sus Principios de Economía Política. Estas dos obras aseguraron su reputación como uno de los pensadores más sobresalientes de la época.
De ahí, su obra fue ejemplar. De la que podemos señalar las siguientes:

Ø      El utilitarismo. Obra de 1843. Considerada clave, pues a John Stuart Mill se le considera padre del utilitarismo.
Ø      Sobre la Libertad, Pensamientos sobre la reforma parlamentaria, Disertaciones y Discusiones, obra escrita en 1859.
Ø      Consideraciones sobre el gobierno representativo. Obra de 1861.
Ø      Examen de la filosofía de Sir William Hamilton (1865). En el mismo año escribe, Augusto Comte y el positivismo.
Ø      Inglaterra e Irlanda. Ensayo escrito sobre las dos naciones en 1868.
Ø      La esclavitud de las mujeres. Considerado el primer manifiesto feminista, escrito en 1869.
Ø      Capítulos y Discursos sobre la cuestión de Irlanda. Otra vuelta de tuerca del debate político inglés, de 1870.
Ø      Su autobiografía, escrita en 1873.
Ø      Tres ensayos sobre la religión, de 1874. Obra publicada de manera póstuma.

III) Contribuciones al pensamiento económico.

En su obra de 1848 anteriormente citada, se hace cargo de las críticas de Comte y reconstruye los fundamentos filosóficos y metodológicos que establecieron a la economía política como disciplina autónoma.
En estos Principios de Economía Política, reafirma el marco ricardiano, incorporando nuevas ideas y el respaldo de evidencias en numerosas materias de política económica. Este libro se convirtió en el texto de lectura obligada en materia económica durante cuarenta años, hasta que fue reemplazado por los principios de economía de Alfred Marshall en 1891.
En su obra. Mill elaboró varias de las ideas de David Ricardo y Adam Smith, ayudando a desarrollar los conceptos de economías de escala, costo de oportunidad y ventaja comparativa.

Mill fue un gran defensor de la libertad, por dos motivos. Porque la sociedad como conjunto maximiza su utilidad si cada persona es libre de tomar sus propias decisiones, y porque la libertad es necesaria para el desarrollo de cada persona como un ser completo.
En su celebre ensayo sobre la utilidad, Mill alude a la gran idea motora de la historia del hombre: la libertad social o civil, la naturaleza y los límites del poder que puede ser ejercido de forma legítima por la sociedad sobre el individuo.

Las propias circunstancias personales de su vida, lo llevaron a seguir el principio de reciprocidad kantiana, que establece el límite de la libertad individual en el punto en que perjudica la libertad de otro. También aceptó el despotismo y autoritarismo cuando las circunstancias así lo justifiquen, especialmente justificó el despotismo de la autoridad en sociedades atrasadas, cuando el déspota persigue los intereses del pueblo y no los propios. Mill detectaba un gran peligro en la volubilidad de las masas, en el conformismo complaciente y manipulable de las mayorías, y por ello toma conciencia que los valores de la individualidad y los valores de la sociedad comienzan a gestarse como fuerzas opuestas, tendentes a la ruptura de ese equilibrio idealizado como armonía del mundo.

Por eso, Mill no es un defensor del laissez-faire, y tampoco piensa que los contratos y los derechos de propiedad formen parte de la libertad.
Como principal autor del liberalismo, favorece la herencia fiscal, el proteccionismo y la regulación, comenzando por regular las horas de trabajo de los empleados, para evitar horas abusivas. Asimismo, argumenta en contra del crecimiento ilimitado que permite la revolución industrial, por el inevitable impacto que se tiene sobre el deterioro de la naturaleza. Fue, por tanto, uno de los primeros medioambientalistas, y uno de los primeros luchadores por la igualdad de derechos.

Quizá uno de los aspectos más desconocidos de nuestro protagonista es su relación con su esposa, Harriet Taylor, a quien conoció en 1830 y se casó veinte años después, tras la muerte de John Taylor, su marido. Harriet fue una filósofa que aún hace historia con sus escritos sobre los derechos de la mujer, y fue la principal inspiradora de los debates intelectuales de nuestro amigo. A él le sedujo la belleza y capacidad intelectual de Harriet y a ella que él la tratara como un igual intelectual. Fue la primera en criticar los efectos degradantes de la dependencia económica de las mujeres por los hombres.
Tras su muerte en 1858, nuestro querido amigo le dedicó el ensayo sobre la libertad con (y cito textualmente) esta dedicatoria:
"a la querida y llorada memoria de quien fue la inspiradora de lo mejor que hay en mis obras; a la memoria de la amiga y de la esposa, cuyo vehemente sentido de la verdad y la justicia fue mi más vivo apoyo y en cuya aprobación estriba mi principal recompensa".

John Stuart Mill dedicó el resto de su vida a escribir su monumental legado económico, filosófico y político, hasta el día de su muerte, el 8 de mayo de 1873.


JIV