domingo, 27 de noviembre de 2016

LA HERENCIA DE FIDEL

Los actuales salarios no satisfacen las necesidades del trabajador cubano y de su familia
El modelo actual influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal cualificado que opta por salir de Cuba
El sistema desestima la promoción de los más capaces, ya que se traduce, generalmente, en que a mayor responsabilidad, menores ingresos personales

No. No es un texto escrito por Daniel Lacalle o Juan Ramón Rallo. Lo dijo Raúl Castro en 2014 (http://diegosanchezdelacruz.com/2014/04/24/luto-en-la-izquierda-raul-castro-heinz-dieterich-y-eduardo-galeano-reconocen-el-fracaso-socialista/). En donde el propio hermano de Fidel reconocía la necesidad de abandonar paulatinamente el socialismo.

Por eso, desde esa fecha Cuba ha iniciado cierto aperturismo económico, culminado por el deshielo realizado por Obama.

No entraré en el debate absurdo de si fue mejor o peor que otro. Sencillamente fue un revolucionario que derrocó a un dictador bajo promesas de democracia y que lo único que ha hecho ha sido oprimir durante seis décadas a una nación entera. Sinceramente me desconciertan muchos mensajes de "condolencias" de muchos líderes europeos que se denominan demócratas, cuando deberían de celebrarlo. En fin, parece que un dictador de izquierdas está mejor visto que uno de derechas, especialmente si de Hispanoamérica se habla (y si no vean la comparativa con Pinochet).

Fidel pasará a la historia como el líder que incumplió su promesa de traer paz y progreso a su nación. Es como si el reloj se hubiera parado en 1959.


La realidad es crudaTras medio siglo de dictadura, el sueldo medio de los cubanos no llega a los 600 pesos, lo que se traduce en menos de 20 euros mensuales (http://www.libremercado.com/2016-03-24/socialismo-es-pobreza-asi-viven-los-cubanos-bajo-el-comunismo-de-los-castro-1276570458/). Para resumirlo con esos pesos apenas da para sobrevivir: Un litro de yogur cuesta 30 pesos, un paquete de detergente o un kilo de pollo salen a 120 pesos… Por supuesto cualquier otro bien que permita acceder a cierta comodidad es inalcanzable: una televisión cuesta 16 meses de sueldo íntegro mientras que una hora de Internet supone 40 pesos.

Sin embargo, como cualquier izquierdista que se precie, Fidel Castro no se privaba de nada. Se pueden consultar fotos en donde aparece con Rolex valorados en 6.000 euros o rodeado de lujos, a pesar de que en su discurso apelaba a la vida austera que debían acatar los revolucionarios. Coherencia, como cualquier líder de izquierdas (https://www.theguardian.com/world/2014/may/21/fidel-castro-lived-like-king-cuba).  

Es más, Fidel Castro está incluido en la lista Forbes de políticos millonarios, con una fortuna cercana a los 800 millones de dólares (http://www.libertaddigital.com/mundo/forbes-calcula-que-en-los-ultimos-tres-anos-la-fortuna-de-castro-ha-crecido-en-790-millones-de-dolares-1276278405/). Para ser un pobre austero no está nada mal.


Algún lector avispado me dirá que la culpa del empobrecimiento en Cuba es del bloqueo de EEUU. Nada más lejos de la realidad. Pues Cuba era un país próspero en 1959. Con una moneda solida, convertible en dólares, con un nivel de analfabetismo de sólo el 21% (en España era de más del 32% ese año), con una cultura moderna, con un comercio exterior equilibrado y cada vez más diversificado, y, lo más importante, con un nivel de formación profesional de primer orden en muchos sectores, empezando por el educativo, el sanitario y el de la producción agraria. Por más que, políticamente, fuera un país corrupto, una auténtica república bananera.
El PIB era igual que el de Singapur. Tras 50 años, miren los resultados.




El desplome del castrismo se explica por el declive de la URSS, pues los soviéticos inyectaban fondos equivalentes a un tercio del PIB isleño. A día de hoy Cuba puede comerciar con cientos de países y el comercio es más de una tercera parte de su PIB (http://www.libremercado.com/2016-09-04/el-comunismo-castrista-medio-siglo-de-desastre-economico-1276581621/).



Pero la producción de la isla es tan atrasada que es incluso inferior a la que había en los años cincuenta, antes de la llegada de Fidel (http://diegosanchezdelacruz.com/2013/07/30/el-gran-fracaso-economico-del-castrismo/)

Como ejemplos del fracaso del socialismo cubano citaré dos.

Desde un punto de vista de la producción, con el azúcar y los cigarros. Aunque en 1958 había una producción de azúcar equivalente a 859 toneladas por cada 1.000 personas, hoy esta cifra es de apenas 106, ¡ocho veces menos! Algo parecido ha ocurrido con los cigarros: desde 1958 hasta hoy, su producción cayó de 92.000 a 26.000 por cada 1.000 personas, ¡3,5 veces menos!

En cuanto a las infraestructuras. Muchas de las existentes a finales de los cincuenta (carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles y viviendas y otras edificaciones) siguen siendo utilizadas. En más de 50 años apenas se han construido 300.000 viviendas, de una espantosa calidad, mientras la población se ha doblado. Por eso los cubanos viven hacinados en las antiguas viviendas construidas antes del triunfo de la Revolución.

En fin, todo un exitazo. Algunos quieren exportar este modelo a Europa. ¡Dios nos libre!

No deseo mal a nadie, pero espero que este asesino y dictador se pudra en el infierno.


JIV

domingo, 13 de noviembre de 2016

LA COMPETITIVIDAD

Se da el nombre de competitividad al resultado del entrejido de una serie de factores económicos, geográficos, sociales y políticos que conforman la base estructural del desarrollo de una nación.

Sin embargo, a veces el término competitividad se utiliza sin reflexión. Este hecho puede atribuirse a la falta de una definición concisa y la difusión de una serie de definiciones, que no toman como base una teoría sólida sobre la competitividad. Sin embargo, yo creo que la competitividad de una nación puede venir dada por cuatro factores: la actividad económica, la eficiencia del gobierno, la eficiencia de las empresas y las infraestructuras. Veamos cada uno de estos factores.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA: Dentro de este factor cabe distinguir una serie de hechos o características:

®® La prosperidad de un país refleja su actividad económica pasada. De tal manera que la competencia gobernada por las fuerzas del mercado mejora la actividad económica de un país.

®® Cuanta más competencia exista en la economía doméstica, más competitivas serán las empresas domésticas en el exterior. De tal suerte que el éxito de un país en el exterior dependerá del grado de competitividad de su economía. Además, la apertura hacia actividades económicas internacionales incrementa la actividad económica del país.

®® Por último, la competitividad de las exportaciones (y con ella, el saldo por cuenta corriente), está asociada con la orientación al crecimiento en la economía doméstica (y por tanto, a la competitividad).

LA EFICIENCIA DEL GOBIERNO: Este factor se basa en tres aspectos clave.

®® La intervención estatal en las actividades empresariales debería ser minimizada, aparte de crear las condiciones competitivas para las empresas.

®® El gobierno debe proporcionar las condiciones macroeconómicas y sociales que hagan previsible y minimicen los riesgos externos para las empresas.

®® Debe ser flexible en adaptar sus políticas a un entorno internacional cambiante.

LA EFICIENCIA DE LA EMPRESA: Podemos basar este factor en varios puntos básicos.

®® La eficiencia en la actividad económica y la capacidad para adaptarse a los cambios en un entorno competitivo son atributos cruciales para la competitividad de las empresas.

®® Las finanzas facilitan las actividades de valor añadido, que es lo que refleja a corto plazo la productividad. Por ello, en un país, un sector financiero bien desarrollado e integrado internacionalmente apoya su competitividad internacional.

®® Una mano de obra capacitada incrementa la competitividad de un país. Por eso es importante la robustez de los sistemas educativos para prepara a la población para aumentar las ventajas competitivas nacionales.

INFRAESTRUCTURA: En este último factor cabe señalar varios caracteres.

®® Una infraestructura bien desarrollada, que incluya sistemas empresariales funcionales, apoya a la actividad económica. También incluye desarrollos en Tecnología de Información y una eficiente protección del entorno.

®® La ventaja competitiva se puede construir sobre la aplicación eficiente e innovadora de las tecnologías existentes. Creando una etapa madura de desarrollo económico a través de la inversión a largo plazo en I+D+i.

®® La competitividad tiende a incrementar el nivel de expectativas por la calidad de vida.


Pero volvamos con el análisis al concepto de competitividad. Hace unos veinticinco años, Michael Porter pretendió dar respuestas teóricas a una realidad mucho más compleja que la asumida por los teóricos clásicos, puesto que la teoría de la ventaja competitiva ya no explicaba de manera suficiente la competitividad de las naciones. Además, y a pesar de que el comercio era el factor esencial de éxito competitivo de un país, nos encontramos con otras cuestiones, de las que la teoría clásica no llega a responder: ¿Qué nación puede conseguir economías de escala?¿Por qué determinadas empresas de una nación establecen liderazgos en industrias emergentes?¿Por qué naciones con un desarrollo más lento, o con un mercado doméstico más pequeño surgen como líderes mundiales?¿Cómo se explica que ciertas empresas sean capaces de obtener ventajas en determinadas industrias y otras no?, y un largo etcétera.

Y todo esto nos lleva a citar a Paul Robin Krugman, el cual pone en entredicho muchas cuestiones básicas tomadas de la teoría clásica y que estaban ampliamente difundidas en académicos, empresarios y políticos de alto prestigio internacional. De tal manera que el término competitividad se estaba utilizando con una escasa rigurosidad, e incluso con algunos estudios empíricos que medían la competitividad para apoyar sus ideas. Y este es también uno de los problemas que plantea, y es presentar unos datos (de dudosa veracidad matemática y económica) no para apoyar una tesis científico económica, sino para apoyar una línea política (correcta o no), o para salir beneficiado políticamente (este era el caso de Jacques Delors y de John Major, en Francia y Reino Unido respectivamente). Además, destacó que no se establecía diferencia alguna entre la competitividad de una empresa y la competitividad de una nación, cuando las naciones no compiten de la misma forma que las empresas, ni el comercio es un juego de suma cero.

A su vez, el déficit de un balance comercial de un país puede ser síntoma de fortaleza, mientras que el superávit podría ser un indicador de debilidad. No obstante, entiende Krugman, que políticamente es más correcto y resulta más fácil transmitir a empresarios y directivos el hecho de que la competitividad de una nación es similar a una empresa. Y esto presenta tres peligros: los esfuerzos por incrementar la competitividad podrían resultar un gasto inútil de dinero público, podría conducir a políticas proteccionistas e incluso a guerras, y por último, implicaría la toma de decisiones políticas en cuanto a una amplia variedad de temas clave párale país.

Sin embargo, yo creo que Krugman se equivoca, aunque tenga algo de de razón. Me explico.

Uno de los economistas que más se ha preocupado de analizar la competitividad y, sobre todo, la ventaja competitiva, ha sido y es Michael Porter. Para ello analizaremos brevemente el famoso diamante de Porter.

Las empresas logran ventaja competitiva cuando se les permite una rápida acumulación de activos y de técnicas. Y, esto aplicado a las naciones, supone señalar que los países triunfan en determinadas industrias porque su ambiente nacional es en verdad dinámico y desafiante y porque estimulan y animan a las empresas a mejorar y ampliar sus ventajas a largo plazo.
Los países con mayores probabilidades de triunfar en industrias o sectores industriales, son aquéllos donde el diamante es un sistema de refuerzos mutuos. El efecto de un determinante depende del estado de los demás. La presencia de compradores de gusto exigente no se convierte en productos mejorados a menos que la calidad de los recursos humanos sea suficiente para obrar y satisfacer esas necesidades. Las ventajas concernientes a un determinante pueden crear ventajas en los demás.

Así pues, con esto dicho, podemos ver cinco efectos, consecuencia de la consideración de las ventajas competitivas que un país o nación (en su caso) son:

® Un mercado para las exportaciones masivas. El comercio elimina los límites que la demanda local podría poner al desarrollo económico de la nación y permite al país realizar grandes exportaciones de productos fabricados por las empresas locales.

® La adquisición de capital a través del comercio. El comercio implica un intercambio de moneda y, para el país que comercializa sus productos, una adquisición de recursos financieros que lo conduce a mejorar su industria y desarrollar su infraestructura. Esto permite a una economía utilizar maquinarias, herramientas y productos semiacabados diversificados, en sus actividades económicas diarias, con independencia dela restricción basada en la capacidad de producción propia.

® La adquisición de capital mediante préstamos. Un país es capaz de recibir préstamos, créditos comerciales y ayudas procedentes de otros socios comerciales más desarrollados con los que comercializa en el entorno internacional. Estos recursos son utilizados para importar aquellas carencias existentes en el mercado local o para otras necesidades de desarrollo de su economía. Un país podrá tener acceso a endeudamiento y otras ayudas disponibles de las instituciones financieras como el FMI.

® Transferencia tecnológica. Un determinado país también podría beneficiarse de la tecnología extranjera disponible en el comercio internacional, mejorando así sus métodos y sistemas de producción. Sin el comercio internacional, esta tecnología podría no estar disponible o su adquisición podría resultar demasiado costosa para el mismo. Hay algunos beneficios globales de aspectos tecnológicos del comercio. A corto plazo, el comercio aumenta la redistribución de los ingresos entre los factores de producción de cada uno de los socios comerciales. A largo plazo, acelera los avances tecnológicos generales para el beneficio de todos los socios comerciales, en general, y de los países innovadores en particular.

® La amistad internacional y los intercambios culturales. El comercio permite a los socios comerciales aprender mutuamente de sus modelos de consumo, valores, ideas y estilos de vida. Incentiva, los intercambios culturales a través del deporte, y del arte, desarrollándose las relaciones de amistad y mejorando el bienestar internacional.


Por todo ello, la teoría de Porter está basada en un análisis de las características del entorno nacional que identifica en estos grupos ya comentados, que influyen en la capacidad competitiva de las empresas. Además, existen otros dos factores que forman el llamado diamante nacional, que se corresponden con el azar y el Gobierno del Estado.


Como conclusión, se debe señalar que la crítica de Krugman es relativa y errónea, ya que una nación es competitiva en el mundo si sus mercados internos (y por tanto sus empresas) son competitivos. De tal manera que a través de las empresas, un Estado puede ser competitivo (o no). Y el problema principal girará en torno al uso de los datos empíricos que hacen tanto académicos, como políticos para explicar sus ideas, o programas políticos.

JIV

P.D.- BIBLIOGRAFÍA DE INTERÉS:

·     Michael Porter: La ventaja competitiva de las naciones (1990).
·     Universidad Autónoma de Canarias; Centro de Investigaciones Económicas: La competitividad de las naciones. www.eumed.net. 
·  Universidad Católica de Buenos Aires; Facultad de Ciencias Económicas; Instituto de Investigaciones Económicas: El concepto de competitividad. www.eumed.net

·    Centro Latinoamericano para la Competitividad y el desarrollo sostenible: Educación y competitividad. www.eumed.net 

domingo, 6 de noviembre de 2016

GRANDES ECONOMISTAS: DAVID RICARDO (1772-1823)


Este economista inglés está reconocido como uno de los máximos representantes de la corriente de los economistas clásicos, con aportaciones importantes a la macroeconomía y a la teoría del valor económico.

Breve historia de su vida.

Nació en Londres el 19 de diciembre de 1772 en el seno de una familia sefardí de origen portugués que emigró a Holanda y después a Inglaterra antes de su nacimiento. Fue el tercero de diecisiete hijos. Se casó a los 21 años con una mujer no judía, algo que enfrío la relación con su familia.
Fue un hombre de negocios destacado que amasó una importante fortuna antes de su fallecimiento en Londres, el 11 de octubre de 1823.

Carrera profesional.

David Ricardo empezó a trabajar a los 14 años, trabajando gracias a su padre en el London Stock Exchange (Conocido por el acrónimo LSE). Después de su boda, se estableció por su cuenta, consiguiendo amasar una fortuna en el ámbito de la negociación de valores públicos, convirtiéndose en 1815 en un popular terrateniente.

En 1815 fue elegido miembro del Consejo británico, cargo que ostentó hasta su muerte. Su interés por la política y la economía, y las posibilidades económicas, le permitieron poder dedicarse a trabajos intelectuales desde su juventud.

Los primeros análisis datan de 1809 cuando, tras leer a Adam Smith, enviaba notas a la prensa con opiniones económicas firmadas con un pseudónimo, R. Podemos destacar el artículo que escribió sobre la devaluación de la moneda británica.

Su colaboración con el reverendo Malthus fue muy fructífera, sobretodo en los análisis sobre el mercado de divisas, criticando duramente la política expansiva realizada por el Banco De Inglaterra.
Pero no siempre fue así, ya que mantuvieron posiciones distintas, como por ejemplo respecto a las Leyes del Maíz, en las que Ricardo se mostró a favor del librecambio, argumentando que el proteccionismo mantenía los precios altos beneficiando únicamente a los terratenientes.

Principales trabajos y contribuciones.

David Ricardo ha sido considerado como un economista muy denso, por lo que muchos estudiosos de la ciencia económica han decidido estudiar a otros contemporáneos a él (como Jean-Baptiste Say), mucho más sintéticos en sus análisis.

Ricardo escribió innumerables postulados y ensayos menores sobre distintos temas económicos, entre los que predominaban el análisis de las divisas, el reparto del valor y la distribución y la libre circulación de bienes.

Su obra maestra es sin lugar a dudas son los Principios de economía, política y tributación (1817), un alarde de precisión y madurez en el paradigma de la economía clásica, en la que fue muy crítico con el reparto de los recursos, tal y como afirma en su prefacio: "el principal problema de la economía política es determinar las leyes que regulan la distribución".

Este fue su principal tratado. Podemos destacar varios puntos de interés incluso actualmente:

Ø      La teoría del valor y de la distribución de los recursos. Y el efecto que su abundancia o carestía proporciona a las diferencias de precios. En donde aboga por una libre circulación de los bienes y mercancías, y siendo partidario de eliminar las importantes trabas existentes al comercio internacional.
Ø      La Ley de los rendimientos marginales decrecientes, en la que el rendimiento marginal baja con la utilización de cada vez más insumos, por ejemplo, maquinaria y fuerza laboral, a un recurso fijo, por ejemplo, tierra. Ley clave para entender la demanda de trabajo de las empresas (y que aún a día de hoy muchos políticos siguen sin comprender).
Ø      La teoría de la renta. En la que realiza un análisis sobre las diferencias de renta existentes entre los terratenientes (Capital) y los trabajadores (fuerza laboral). Teoría estudiada y admirada por Carlos Marx, convirtiéndose incluso en inicio de su obra.
Ø      Ventajas comparativas en el ámbito del comercio exterior. Clave en su defensa del librecambismo y de la eliminación de barreras al comercio exterior. Complemento de la ventaja absoluta de Adam Smith y fundamental en el análisis del comercio internacional.
Ø      Los impuestos. Su teoría impositiva y de los impuestos es muy interesante.
Ø      El paro tecnológico. Clave para entender y solucionar los cambios de ciclo o de época (como el que estamos viviendo). Clave en la obra del influyente economista español Nuño Becerra.

El legado de Ricardo.

Ricardo es recordado por su profundidad intelectual y la forma excepcionalmente moderna con la que abordaba los problemas económicos, con un elevado y riguroso nivel de abstracción a pesar de que carecía de formación universitaria reglada, consiguió que la influencia de sus principios fuera perdurable.
Su obra ha sido admirada por economistas como Stuart Mill, Marx o Alfred Marshall, perdurando sus análisis y teorías muy vivos también hoy en día.

JIV