miércoles, 22 de septiembre de 2021

ECONOMÍA. LA TEORÍA DEL CICLO VITAL

Como ya comenté en una entrada el 9 de diciembre de 2020, estamos desgranando las teorías sobre el consumo desde el desaguisado montado por Keynes, que, como primera teoría no está mal, pero debido a los fallos en la misma, otros economistas (incluido algún alumno suyo como el de esta teoría que vamos a desgranar) han ido complementando y corrigiendo.

El ciclo vital es una teoría explicada y desarrollada por Franco Modigliani en la década de los 50 como una teoría macroeconómica del consumo.

Esta teoría nos dice que el consumo de las familias intenta ser planificado de manera uniforme a lo largo de su ciclo de vida; dependiendo de si la renta es grande o no, el ahorro será grande o no dependiendo del consumo futuro.

 

Entonces, el consume depende de dos variables:

Ø  La riqueza (W). Y la propensión marginal a consumir riqueza (a).

Ø  La renta laboral (YL): Y la propensión marginal a consumir renta laboral (c).

Luego el consumo tiene esta fórmula: C = a*W + c’*YL

En esta teoría, la riqueza tiene un concepto más amplio. Comprendiendo dos tipos de riqueza diferentes entre sí:

Ø  La riqueza humana. La renta tanto pasada, como presente y la futura esperada.

Ø  La riqueza no humana. Ya sea de títulos (activos financieros) o riqueza de bienes inmuebles. Pasada, actual o futura.

 

Esta teoría parte de la siguiente hipótesis, certeza futura. Es decir, se conoce el número de años que se va a vivir, representado como VT o esperanza de vida.

Sea el año 0, como el definido comienzo de la vida laboral. Sea VA, la vida activa definida como la vida durante la cual obtenemos la renta laboral. Definiendo C como consumo uniforme de los individuos e YL la renta laboral de cada año. Y presuponiendo tipos de interés constantes, tenemos por tanto la siguiente gráfica:


 

Esta Teoría nos dice que el ahorro es igual al desahorro y por lo tanto surgen tres hipótesis:

Ø  Posibilidades de consumo total: C*VT = VA*YL Es decir. Según esta hipótesis podemos consumir lo que hemos ganado durante nuestra vida laboral.

 Ø  Consumo uniforme. C = c*YL. Siendo c’ un cociente entre nuestra vida activa y la esperanza de vida. En otras palabras, el consumo uniforme es inversamente proporcional a nuestra esperanza de vida, pues a mayor esperanza, menor será el consumo. Y esto nos lleva, en consecuencia a la última de las hipótesis.

 Ø  Ahorro. S = YL – C. Es decir, ahorramos lo que no consumimos y esta variable es directamente proporcional a nuestra esperanza de vida. A mayor esperanza, mayor ahorro; pues planificamos durante nuestra vida y eso influye, pues después de trabajar, viviremos más, y al no disponer de renta laboral, nos gastaremos el ahorro.

 

Tal hipótesis en cuanto a la esperanza de vida y la planificación, nos lleva a preguntarnos el hecho de cómo cambiaria estas hipótesis si el momento actual no fuera 0, sino un momento T distinto y situado antes de nuestra jubilación o retiro.

En este caso, ya tenemos una cierta riqueza, ya que se lleva tiempo trabajando o se tiene una riqueza no humana. Sea, por tanto Wo la riqueza inicial en T. Nos encontramos con dos hipótesis.

 Ø  Consumo total: C(VT-T) = Wo + YL*(VA-T). Nuestro consumo total posible será lo que nos quede por ganar durante la vida laboral, más la riqueza no humana o humana que ya dispongamos, en ese momento T.

 Ø  Consuno uniforme: C = a*Wo + c’*YL  de donde:

a = (VT – T)-1 y c’ = (VA-T)/ (VT-T), ó también: c’ = a*(VA-T)

 

Todo depende del momento T, en donde se encuentren los individuos dentro de su ciclo de vida. Al aumentar T nos encontramos con que la riqueza acumulada es mayor, pero menor es la renta laboral que se va a generar.

 

Esta teoría por tanto, nos predice que la estructura poblacional de una sociedad o país está afectando al consumo y al ahorro agregado de dos maneras:

 Ø  Si la pirámide poblacional es clásica, la población tiende a ser más ahorradora, al percibir más ingresos.

Ø  Si la pirámide poblacional es clásica, la población es más consumidora al tener más riqueza.

 

No obstante, sabemos que estas hipótesis no son del todo exactas y que casi nunca se cumplen. Normalmente el Estado, a través de sus políticas altera la estructura del consumo o ahorro agregados incidiendo en la vida laboral, con el objetivo de desincentivar el ahorro y fomentar el consumo, aumentando la edad de jubilación. O a la inversa, fomentar el ahorro aumentando la edad de incorporación al mundo laboral (retrasando la incorporación al mercado laboral).

 

Y, por último, esta teoría nos dice que la propensión media al consumo (C/Y):

 Ø  A largo plazo es constante, pues la riqueza se va acumulando e influye en el consumo.

Ø  A corto plazo disminuye.

 

Sin embargo, es conocido que el ahorro o el consumo no solo dependen de nuestras expectativas de esperanza de vida, y de vida laboral, sino que hay otras variables que tienden a explicarlo.

Esta teoría puede o nos aporta la idea de que el consumo y el ahorro pueden depender de nuestra vida laboral y de nuestra expectativa de vida. Pueden explicar porqué cuando nos jubilamos, consumimos más; pero esto no es tan fácil de explicar en otros casos. Hay otras variables que pueden influir en el consumo y en el ahorro, además de variables como la riqueza, la renta laboral o nuestra expectativa de vida.

 

JIV

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