Se da el nombre de
competitividad al resultado del entrejido de una serie de factores económicos,
geográficos, sociales y políticos que conforman la base estructural del
desarrollo de una nación.
Sin embargo, a veces el término
competitividad se utiliza sin reflexión. Este hecho puede atribuirse a la falta
de una definición concisa y la difusión de una serie de definiciones, que no
toman como base una teoría sólida sobre la competitividad. Sin embargo, yo creo
que la competitividad de una nación puede venir dada por cuatro factores: la
actividad económica, la eficiencia del gobierno, la eficiencia de las empresas
y las infraestructuras. Veamos cada uno de estos factores.
®® La prosperidad de un país
refleja su actividad económica pasada. De tal manera que la competencia
gobernada por las fuerzas del mercado mejora la actividad económica de un país.
®® Cuanta más competencia
exista en la economía doméstica, más competitivas serán las empresas domésticas
en el exterior. De tal suerte que el éxito de un país en el exterior dependerá
del grado de competitividad de su economía. Además, la apertura hacia
actividades económicas internacionales incrementa la actividad económica del
país.
®® Por último, la
competitividad de las exportaciones (y con ella, el saldo por cuenta
corriente), está asociada con la orientación al crecimiento en la economía
doméstica (y por tanto, a la competitividad).
®® La intervención estatal
en las actividades empresariales debería ser minimizada, aparte de crear las
condiciones competitivas para las empresas.
®® El gobierno debe
proporcionar las condiciones macroeconómicas y sociales que hagan previsible y
minimicen los riesgos externos para las empresas.
®® Debe ser flexible en
adaptar sus políticas a un entorno internacional cambiante.
®® La eficiencia en la
actividad económica y la capacidad para adaptarse a los cambios en un entorno
competitivo son atributos cruciales para la competitividad de las empresas.
®® Las finanzas facilitan
las actividades de valor añadido, que es lo que refleja a corto plazo la
productividad. Por ello, en un país, un sector financiero bien desarrollado e
integrado internacionalmente apoya su competitividad internacional.
®® Una mano de obra
capacitada incrementa la competitividad de un país. Por eso es importante la
robustez de los sistemas educativos para prepara a la población para aumentar
las ventajas competitivas nacionales.
INFRAESTRUCTURA: En este último
factor cabe señalar varios caracteres.
®® Una infraestructura bien
desarrollada, que incluya sistemas empresariales funcionales, apoya a la
actividad económica. También incluye desarrollos en Tecnología de Información y
una eficiente protección del entorno.
®® La ventaja competitiva se
puede construir sobre la aplicación eficiente e innovadora de las tecnologías
existentes. Creando una etapa madura de desarrollo económico a través de la
inversión a largo plazo en I+D+i.
®® La competitividad tiende
a incrementar el nivel de expectativas por la calidad de vida.
Pero volvamos con el análisis
al concepto de competitividad. Hace unos veinticinco años, Michael Porter
pretendió dar respuestas teóricas a una realidad mucho más compleja que la
asumida por los teóricos clásicos, puesto que la teoría de la ventaja
competitiva ya no explicaba de manera suficiente la competitividad de las
naciones. Además, y a pesar de que el comercio era el factor esencial de éxito
competitivo de un país, nos encontramos con otras cuestiones, de las que la
teoría clásica no llega a responder: ¿Qué nación puede conseguir economías de
escala?¿Por qué determinadas empresas de una nación establecen liderazgos en
industrias emergentes?¿Por qué naciones con un desarrollo más lento, o con un
mercado doméstico más pequeño surgen como líderes mundiales?¿Cómo se explica
que ciertas empresas sean capaces de obtener ventajas en determinadas
industrias y otras no?, y un largo etcétera.
Y todo esto nos lleva a citar a
Paul Robin Krugman, el cual pone en entredicho muchas cuestiones básicas
tomadas de la teoría clásica y que estaban ampliamente difundidas en
académicos, empresarios y políticos de alto prestigio internacional. De tal
manera que el término competitividad se estaba utilizando con una escasa
rigurosidad, e incluso con algunos estudios empíricos que medían la
competitividad para apoyar sus ideas. Y este es también uno de los problemas
que plantea, y es presentar unos datos (de dudosa veracidad matemática y
económica) no para apoyar una tesis científico económica, sino para apoyar una
línea política (correcta o no), o para salir beneficiado políticamente (este
era el caso de Jacques Delors y de John Major, en Francia y Reino Unido
respectivamente). Además, destacó que no se establecía diferencia alguna entre
la competitividad de una empresa y la competitividad de una nación, cuando las
naciones no compiten de la misma forma que las empresas, ni el comercio es un
juego de suma cero.
A su vez, el déficit de un
balance comercial de un país puede ser síntoma de fortaleza, mientras que el
superávit podría ser un indicador de debilidad. No obstante, entiende Krugman,
que políticamente es más correcto y resulta más fácil transmitir a empresarios
y directivos el hecho de que la competitividad de una nación es similar a una
empresa. Y esto presenta tres peligros: los esfuerzos por incrementar la
competitividad podrían resultar un gasto inútil de dinero público, podría
conducir a políticas proteccionistas e incluso a guerras, y por último,
implicaría la toma de decisiones políticas en cuanto a una amplia variedad de
temas clave párale país.
Sin embargo, yo creo que
Krugman se equivoca, aunque tenga algo de de razón. Me explico.
Uno de los economistas que más
se ha preocupado de analizar la competitividad y, sobre todo, la ventaja
competitiva, ha sido y es Michael Porter. Para ello analizaremos brevemente el
famoso diamante de Porter.
Las empresas logran ventaja
competitiva cuando se les permite una rápida acumulación de activos y de
técnicas. Y, esto aplicado a las naciones, supone señalar que los países
triunfan en determinadas industrias porque su ambiente nacional es en verdad
dinámico y desafiante y porque estimulan y animan a las empresas a mejorar y
ampliar sus ventajas a largo plazo.
Los países con mayores
probabilidades de triunfar en industrias o sectores industriales, son aquéllos
donde el diamante es un sistema de refuerzos mutuos. El efecto de un
determinante depende del estado de los demás. La presencia de compradores de
gusto exigente no se convierte en productos mejorados a menos que la calidad de
los recursos humanos sea suficiente para obrar y satisfacer esas necesidades.
Las ventajas concernientes a un determinante pueden crear ventajas en los
demás.
Así pues, con esto dicho,
podemos ver cinco efectos, consecuencia de la consideración de las ventajas
competitivas que un país o nación (en su caso) son:
® Un mercado para las
exportaciones masivas. El comercio elimina los límites que la
demanda local podría poner al desarrollo económico de la nación y permite al
país realizar grandes exportaciones de productos fabricados por las empresas
locales.
® La adquisición de capital a
través del comercio. El comercio implica un intercambio de moneda y,
para el país que comercializa sus productos, una adquisición de recursos
financieros que lo conduce a mejorar su industria y desarrollar su
infraestructura. Esto permite a una economía utilizar maquinarias, herramientas
y productos semiacabados diversificados, en sus actividades económicas diarias,
con independencia dela restricción basada en la capacidad de producción propia.
® La adquisición de capital
mediante préstamos. Un país es capaz de recibir préstamos, créditos
comerciales y ayudas procedentes de otros socios comerciales más desarrollados
con los que comercializa en el entorno internacional. Estos recursos son
utilizados para importar aquellas carencias existentes en el mercado local o
para otras necesidades de desarrollo de su economía. Un país podrá tener acceso
a endeudamiento y otras ayudas disponibles de las instituciones financieras
como el FMI.
® Transferencia tecnológica.
Un determinado país también podría beneficiarse de la tecnología extranjera
disponible en el comercio internacional, mejorando así sus métodos y sistemas
de producción. Sin el comercio internacional, esta tecnología podría no estar
disponible o su adquisición podría resultar demasiado costosa para el mismo.
Hay algunos beneficios globales de aspectos tecnológicos del comercio. A corto
plazo, el comercio aumenta la redistribución de los ingresos entre los factores
de producción de cada uno de los socios comerciales. A largo plazo, acelera los
avances tecnológicos generales para el beneficio de todos los socios
comerciales, en general, y de los países innovadores en particular.
® La amistad internacional y los
intercambios culturales. El comercio permite a los socios
comerciales aprender mutuamente de sus modelos de consumo, valores, ideas y
estilos de vida. Incentiva, los intercambios culturales a través del deporte, y
del arte, desarrollándose las relaciones de amistad y mejorando el bienestar
internacional.
Por todo ello, la teoría de
Porter está basada en un análisis de las características del entorno nacional
que identifica en estos grupos ya comentados, que influyen en la capacidad
competitiva de las empresas. Además, existen otros dos factores que forman el
llamado diamante nacional, que se corresponden con el azar y el Gobierno del
Estado.
Como conclusión, se debe
señalar que la crítica de Krugman es relativa y errónea, ya que una nación es
competitiva en el mundo si sus mercados internos (y por tanto sus empresas) son
competitivos. De tal manera que a través de las empresas, un Estado puede ser
competitivo (o no). Y el problema principal girará en torno al uso de los datos
empíricos que hacen tanto académicos, como políticos para explicar sus ideas, o
programas políticos.
JIV
P.D.- BIBLIOGRAFÍA DE INTERÉS:
· Michael Porter: La ventaja competitiva de las naciones (1990).
· Universidad Autónoma de Canarias; Centro de Investigaciones
Económicas: La competitividad de las naciones. www.eumed.net.
· Universidad Católica de Buenos Aires; Facultad de Ciencias
Económicas; Instituto de Investigaciones Económicas: El concepto de
competitividad. www.eumed.net
· Centro Latinoamericano para la Competitividad y el
desarrollo sostenible: Educación y competitividad. www.eumed.net
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