Decía el austriaco Peter Drucker que donde hay una empresa
de éxito, alguien tomó una decisión valiente. Pues bien, la Smart Social Sicav no es otra
cosa que la primera institución de inversión colectiva que surgió de una red
social, que desde marzo de 2015 cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil.
La evolución de esta entidad es cuanto menos sorprendente. Ha
duplicado capital y ha obtenido una rentabilidad cercana al 6% (algo insólito
viendo como está el mercado, ya que el IBEX se ha desplomado en un 16%, al
igual que otras bolsas como el DAX alemán).
Algunos no se esperaban tanto éxito, conseguid con mucho
esfuerzo e inteligencia. Objetivos tales como preservar capital, controlar la
volatilidad y aportar rentabilidad no son sencillos en estos tiempos que
corren. Lo importante ha sido la adaptabilidad a los cambios (de liquidez, a
flexibilidad operativa llegando a tener posiciones cortas).
A FLOTE.
La bolsa ce y cae. La economía china dispara a los mercados
hundiéndolos. Mientras tanto, Smart Social Sicav subió algo más de un 4%. ¿Cómo
lo consiguió? Pues con posiciones cortas posicionadas a la baja (en otras
palabras apostaron porque los mercados bajaran).
Además, esta entidad trata de invertir en las empresas más
grandes y líquidas (De primer nivel) combinando esta estrategia con productos
derivados (futuros sobre índices): empresas tales como Telefónica, Axa,
Carrefour o Mapfre han sido su objetivo.
Por último, los gestores se muestran prudentes en donde se
encuentran las oportunidades de inversión, pero seguro que siguen teniendo buen
ojo.
GRANDES CONTRA PEQUEÑAS.
La rentabilidad de esta entidad contrastó con la obtenida
por las Sicav más grandes, pues éstas llegaron a tener pérdidas de casi un 5%,
frente al 4% de ganancia de Smart Social.
Aunque podamos pensar que exista poca diferencia entre
gestionar una Sicav respaldada por un potente grupo financiero o una familia
con gran patrimonio y gestionar una Sicav pequeña, lo que importa es que el
gestor es quien toma las decisiones. La diferencia si existe es que a los
pequeños accionistas les dan la confianza de gestionar su patrimonio y así
elegir en que mercados se opera.
Incluso hay Sicav que han invertido en Smart Social con el
objetivo de diversificar.
El objetivo de esta entidad, es trabajar duro y con
constancia y seguir creciendo, aportando valor para los accionistas (que es lo
que un gestor de empresas debería de hacer, aunque como puede verse no siempre
es así, desgraciadamente para el accionista e incluso para la sociedad).
JIV
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