La escuela clásica.
El creador por excelencia de esta escuela no es otro que el
escocés Adam Smith (1723-1790), escribiendo uno de los libros más influyentes
de la historia de la economía: "Una
investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones".
Lo más importante de las enseñanzas de Smith, es que los
incentivos son determinantes para explicar el comportamiento humano. Además de
crear el concepto de competencia perfecta, en donde los monopolios no existen y
en donde nadie puede influir en la fijación de los precios (sino sencillamente
por el juego de la oferta y la demanda) y acuñar el término de la mano
invisible. Ideas que a día de hoy tienen muchos detractores y defensores por
igual.
Además, es muy conocido por desarrollar una de las
aportaciones esenciales, que no es otra que la división del trabajo (una idea
similar a la productividad).
Otro de los grandes de esta escuela fue sin lugar a dudas
David Ricardo (1772-1823), al que le debemos la teoría del valor, base para
entender la creación de valor de una empresa o un individuo en la sociedad.
También Ricardo es conocido por constituir la teoría de la
ventaja comparativa en el ámbito del comercio internacional.
Hay otros grandes economistas clásicos que, resumidamente
exponemos a continuación junto a sus ideas principales.
Ø
El economista francés, Jean-Baptiste Say
(1767-1832), en su tratado de economía política expone una de sus
contribuciones más conocida, la
Ley de los Mercados, que formuló como "los productos, en
última instancia se intercambian por otros productos". Y fue bautizada
posteriormente como la Ley
de Say, es un elemento central de la economía clásica.
Ø
El reverendo Thomas Robert Malthus (1766-1834)
es considerado como uno de los primeros demógrafos. Su principal aportación
puede encontrarse en su libro "Ensayo sobre el principio de la
población". En la Ley
de Malthus, se establece que el crecimiento exponencial de la población es
manifiestamente negativo, pues ante la escasez de los recursos, genera
desigualdad económica, miseria y pobreza de manera natural e irremediable; y
que el equilibrio se alcanza mediante la muerte y sus diferentes formas (las
epidemias, el hambre o la guerra). Aunque sus ideas pueden ser muy
controvertidas a día de hoy, si que es cierto que ha ejercido una notable
influencia en ciertos pensadores que
advierten del peligro de la superpoblación mundial (quizás relacionado con el
catastrofismo).
Ø
El pensador francés Claude Frédéric Bastiat
(1801-1850), puede considerarse como uno de los mejores divulgadores del
liberalismo en la historia. Fue un firme defensor del libre mercado, como
inherente a la armonía entre los individuos, siempre que el gobierno se
limitara a proteger las vidas, libertades y propiedad de los ciudadanos. Y una
de sus ideas más influyentes no es otra que la tésis de la ventana rota, que consiste
en que para determinar si una medida es buena o mala, han de mirarse sus
consecuencias a largo plazo para toda la población, y no sólo las que tienen
lugar a corto plazo para una parte de la misma. Además, Bastiat era un crítico
del proteccionismo en donde critica, de manera satírica, la irracionalidad del
mismo.
Ø
John Stuart Mill (1806-1873), es considerado
como el padre del utilitarismo. En donde establece el «principio de la mayor felicidad»
sosteniendo que uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor
felicidad para el mayor número de personas, dentro de lo razonable. También es
conocido por ser uno de los que acuñó el famoso límite de la libertad
individual: el hecho de que el individuo ha de ser libre para hacer
cuanto desee mientras no dañe al prójimo. Así también fue uno de los primeros
en señalar los peligros de la tiranía de la mayoría y de acuñar el término
libertad de expresión. Por último, destacar que fue un firme crítico de la
esclavitud y del sometimiento de las mujeres (lo que para algunos supone el
padre del feminismo).
Ø
La
escuela neoclásica.
Esta denominación es utilizada para en general referirse a
un enfoque económico basado en una tentativa de integrar al análisis
marginalista algunas de las percepciones provenientes de la economía
clásica. En otras palabras tratar de introducir un lenguaje formalizado,
que llevó a la asimilación de la matemática en la economía. Entre
otros desarrollos, el marginalismo es responsable del individualismo
metodológico que caracteriza muchos de los estudios en el área incluso en
el presente.
Esta escuela basa sus tesis (de manera general y sucinta) en
tres pilares.
Ø
Primero. La consideración de
la oferta y la demanda en la determinación de los precios.
Ø
Segundo. Los neoclásicos otorgan gran
importancia al papel del dinero en asuntos económicos.
Ø
Tercero, los neoclásicos extendieron el análisis
económico a otras situaciones que las consideradas tanto por los clásicos como
los marginalistas, es decir, examinaron no solo situaciones de monopolio, duopolio y competencia
perfecta, sino también situaciones de competencia imperfecta.
Hay tres economistas notables a destacar en esta escuela que
brevemente exponemos.
Ø
El economista británico Alfred Marshall
(1842-1924). Creador de la escuela de Cambridge y profesor de Keynes. Su gran
obra es Principios de economía, considerado como el primer manual universitario
contemporáneo. Incorporó avances matemáticos en el concepto de equilibrio,
además de avanzar la teoría de la oferta y la demanda como base para la teoría
del valor (en cuanto al precio de intercambio).
Ø
León Walras (1834-1910). Este francés es uno de
los economistas más notables de su país. Es considerado el fundador de la
economía matemática, siendo el primero en analizar y describir como un problema
matemático el equilibrio general de la competencia perfecta para explicar la
determinación de los precios debido a las interacciones entre los mercados. Un
trabajo no completo, pero que proporcionó los fundamentos para un trabajo
ampliado de la teoría general del equilibrio.
Ø
Wilfredo Pareto (1848-1923). Este italiano fue
un autor muy prolífico, escribiendo obras de economía y panfletos
antigubernamentales desde 1870 hasta la llegada de Mussolini, criticando
el intervencionismo y la falta de democracia. Continuador de
los neoclásicos y demócrata radical, en 1906 hizo la famosa
observación de que el 20% de la población poseía el 80% de la propiedad en
Italia (conocida como la regla del
80-20). En 1909 introdujo un índice que medía la desigualdad de la
distribución del ingreso y mostró el modo de distribución de la riqueza. Es
también conocido por establecer la teoría del óptimo paretiano, en donde
enuncia que en equilibrio general debe llegarse a una situación tal que todos
los individuos consumidores y todos los agentes productores y oferentes se
encuentren en el punto en el que no puedan mejorar su utilidad sin perjudicar
la de otro (es decir, alcanzan un óptimo de satisfacción).
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