Ø
La
escolástica española (Alcalá de Henares y Salamanca).
Los países que lideran la política tienden también a liderar
el pensamiento y la innovación. Por eso, no es de extrañar que la primera
escuela moderna de pensamiento económico sea española (también el Siglo de Oro
es de la filosofía, política y economía, y no solo literatura o arte).
El oro de América llega en grandes cantidades, y la monarquía
los dilapida en corrupción y en campañas bélicas en Europa. Los monjes
escolásticos ven con preocupación tales circunstancias y dirigen sus cartas
(algunas de las cuales son muy célebres) al rey en las que le asesoran sobre
los problemas que puede causar el elevado gasto público que obliga a monetizar
el oro y acuñar monedas con las que pagar los gastos militares. Pérez-Reverte
lo representa de manera magistral.
Los escolásticos españoles fueron los primeros en analizar
lo que hoy llamamos el flujo circular de la renta, el ciclo económico y sus
relaciones con el mercado de trabajo, prediciendo términos acuñados
posteriormente como ilusión monetaria o la inflación y el mecanismo de
formación de precios y algunos elementos básicos de la intermediación
financiera (el crédito o las letras de cambio).
Joseph Schumpeter (1883-1950) en su Historia del
análisis económico (publicada póstumamente en 1954), estudió la
doctrina escolástica en general y la española en particular, y elogió el alto
nivel de la ciencia económica en la
España del siglo XVI. Según el citado economista, esta
escuela fue el grupo que más se merece el título de fundador de la ciencia
económica.
Como autores o miembros destacados de esta escuela (en el
ámbito económico) destacan: Francisco de Vitoria (1483 o 1486-1546), Martín de
Azpilicueta (1493-1586), Luís de Alcalá (1490-1549). Diego de Covarrubias
(1512-1577), Luís de Molina (1535-1601) y Juan de Mariana S.J (1536-1624).
Ø
La
escuela mercantilista.
El mercantilismo fue un conjunto de ideas de carácter
económico, eminentemente pragmáticas que se desarrollaron durante los siglos
XVI, XVII y la primera mitad del
siglo XVIII en Europa.
Esta escuela defendía una fuerte intervención del Estado en
la economía (que coincidía con el desarrollo del absolutismo monárquico).
Sus ideas principales pueden resumirse en tres ámbitos las
relaciones entre el poder político y la actividad económica; la intervención
del Estado en esta última; y el control de la moneda.
Por lo que esta teoría defiende la regulación estatal de la
economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento de población, el
aumento de la producción propia controlando recursos naturales y mercados
exteriores e interiores, protegiendo la producción local de la competencia
extranjera, subsidiando empresas privadas y creando monopolios privilegiados,
la imposición de aranceles a los productos extranjeros y el incremento de
la oferta monetaria mediante la prohibición de exportar metales
preciosos y la acuñación inflacionaria, siempre con vistas a la multiplicación
de los ingresos fiscales.
El mercantilismo entró en crisis a finales del siglo
XVIII y prácticamente desapareció para mediados del XIX, ante la
aparición de las nuevas teorías y escuelas económicas. Sin embargo, aún sigue
ejerciendo una influencia notable en economistas actuales (como los economistas
keynesianos).
Autores y pensadores de esta escuela pueden ser citados los
siguientes: La familia Fugger (fundadora de uno de los primeros imperios
empresariales de la historia, en los siglos XV y XVI: prestamistas de los reyes
españoles Carlos V y Felipe II), el francés Jean- Baptiste Colbert (1619-1683)
o el británico, William Petty (1623-1687).
Ø
La
escuela fisiocrática.
Esta escuela fue fundada por franceses, principalmente por
François Quesnay (1694-1774). Y su principal aportación consiste en crear el
primer tratado de economía (Tabla
económica), al analizar la disciplina como un todo y no como una mera suma
de las partes. Fue el primer economista en desarrollar una contabilidad
nacional, origen del Producto Interior Bruto. Además de que formalizó las
relaciones del flujo circular de la renta que los españoles habían descubierto
y analizado, con mayor precisión.
La escuela fisiocrática era firme defensora de la propiedad
privada. defendiendo la abolición de los derechos de los señores feudales sobre
los campos agrestes y la supresión de las aduanas internas que limitaban el
comercio (algo revolucionario para la época), embrión del libre comercio.
Fueron precursores de teorizar sobre el la felicidad y el bienestar de las
personas en una sociedad en plena libertad y competencia perfecta. Su
influencia en otros economistas como Adam Smith es evidente.
Otro economista clave en esta escuela fue el banquero
irlandés Richard Cantillon (1680-1734). El cual, basándose en los trabajos de
la escuela escolástica española desarrolló el aspecto financiero de la
economía. Explicando la concesión de créditos de la banca mediante la captación
de depósitos. Estableció por primera vez el término de velocidad de circulación
del dinero, clave para entender dos de las peores patologías que existen en la
economía: la deflación y la hiperinflación.
JIV
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