EL OBAMACARE Y LOS PLANES DE ESTÍMULO: UN FIASCO.
La reforma sanitaria de la administración demócrata ha sido
uno de sus talones de Aquiles. No negaré aquí la buena intención en la medida.
Pero se estima que ha encarecido los seguros médicos, provocando un descenso
del salario en unos 1200 dólares por empleado en términos medios (https://www.wsj.com/articles/obamacares-1-200-pay-cut-1452643649)
Además, se estima que entre tasas e impuestos indirectos, el
plan sanitario costará unos 100.000 dólares por hogar en los próximos diez años
(http://www.libremercado.com/2015-04-08/la-sanidad-barata-de-obama-costara-100000-dolares-por-hogar-1276544969/).
Y lo peor está por llegar: La reforma dejará a casi 30 millones sin cobertura
(27 millones en estimaciones algo más optimistas: https://www.bloomberg.com/graphics/2016-obamacare/).
Sinceramente es un auténtico desastre: http://www.libremercado.com/2014-01-20/la-ley-sanitaria-de-obama-amenaza-con-dejar-sin-cobertura-a-25-millones-de-trabajadores-1276508596/
(No dejen de consultar este link: https://es.scribd.com/document/253801993/CBO-January-2015-Outlook-on-Obamacare).
Ahora vamos a por los planes de estímulo. Tras casi 24
billones de dólares de estímulo, orientados a relanzar la economía
estadounidense a costa del gasto público, han sido un fracaso (http://diego-sanchez-de-la-cruz.libremercado.com/2011/10/19/).
El mayor exponente de este desastre o fiasco es la quiebra de Detroit, la mayor
bancarrota municipal de los EEUU en su historia (mucho mayor que la quiebra del
ayuntamiento de Nueva York en los años 70): http://www.libremercado.com/2013-07-20/detroit-asi-se-fraguo-la-mayor-bancarrota-municipal-de-la-historia-de-eeuu-1276495609/
Y otro de los casos de despilfarro clamoroso ha sido su
programa de inversiones en energías
verdes, tan "verdes" que se han comido más de 11 mil millones de
dólares para nada. Y más de la mitad, ha ido a parar a empresarios vinculados
con el Partido Demócrata (luego nos quejamos de que Trump haga lo mismo con los
suyos), con muchos proyectos que han terminado quebrando, como demuestra
el fiasco de Solyndra, una compañía en la que el gobierno federal subvencionó
(a fondo perdido) con 535 millones de dólares (http://www.libremercado.com/2013-06-03/obama-y-la-energia-verde-un-fracaso-millonario-1276490477/).
Fuentes de las que se pueden consultar todo lo dicho
anteriormente:
DECADENCIA ECONÓMICA.
Los defensores de Obama aseguran que el presidente le dio la
vuelta a la crisis. Sin embargo, se ha producido una espiral de decadencia
económica que ha generado un crecimiento por debajo del potencial.
A pesar de que ciertos economistas, como Larry Summers
(consejero económico de Clinton) o Paul Krugman (el que dice que tenemos que
aprender de grandes países como Argentina o Venezuela) afirman que EE.UU no
puede crecer más de un 2%; tal afirmación se contradice con varios informes que
apuntan a que aprobando determinadas medidas la economía del país hubiera
crecido hasta un 4%. (http://www.washingtontimes.com/news/2016/jul/24/economic-growth-has-stagnated-under-obama/)
La sensación que deja el gobierno de Obama se puede
comprobar con los datos de remuneración que el propio Departamento de Trabajo
(el equivalente a nuestro Ministerio de Trabajo) publica, el salario mensual
medio se ha estancado entorno a los 800 dólares: http://money.cnn.com/2015/01/21/news/economy/obama-state-of-the-union-wages-flat/
De ahí podemos extraer una conclusión: el Partido Demócrata
ha perdido su lucha en la clase media en numerosos territorios afines a ellos.
Si a eso añadimos que los datos de pobreza han aumentado (hay casi 3 millones
más de pobres tras los 8 años de Obama), tenemos el cóctel peligroso de los
demagogos: de ahí la victoria de Trump.
Solo añadir, en términos de comercio internacional, no solo
Trump es proteccionista, pues en efecto, la administración Obama ha sido una de
las más proteccionistas en los últimos años, incluso si lo comparamos con otros
países, EEUU es el país que más medidas discriminatorias ha implementado: https://www.gisreportsonline.com/protectionisms-scary-rise,expert-view,1935.html
PÉRDIDA DE FORTALEZA POLÍTICA.
Aunque su victoria en 2008 parecía augurar el fin del
partido republicano (o eso decían algunos), algunos incluso se atrevían a
predecir una etapa progresista de largo recorrido; tras ocho años, el panorama
es muy distinto. Como se puede apreciar en estos artículos que a continuación
pongo para consulta, el partido demócrata ha perdido doce gobernadores
federales, 900 congresistas y senadores y más de 8 millones de votantes.
Además, los republicanos han pasado a controlar ambas cámaras legislativas.
Aunque sea cierto que Obama tiene mucha popularidad en dos
enclaves demócratas por excelencia, Nueva York y California; su discurso como
presidente saliente ha estrechado la base de su partido. Y esto se ve
claramente en la pérdida de influencia en las clases medias. Incluso varios
periódicos y medios de comunicación han cargado contra el partido de Obama y
Clinton por ser una formación intolerante, elitista, alejada de la realidad e
incapaz de asumir la derrota. Y que conste, estos medios son progresistas no
afines a Trump:
JIV